DE SAN MARCOS A LA CATOLICA (1989)
¡¡Surquillo, San Juan, Surquillo,
San Juan!!
Universidad Nacional Mayor de
San Marcos, 9.30 p.m., paradero de la Avenida Universitaria… Pedro, Ana y cinco
jóvenes más se atropellan por ingresar con prisa en el estrecho autobús.
¡¡¡LLEVAAA!!!
¡¡Surquillo, Miraflores, San
Juan, Surquillo, Miraflores…!!
Pontificia Universidad Católica
del Perú, 9.34 p.m., paradero de la Avenida Universitaria… Jennifer y Giovanni,
sin mayor prisa, penetran al interior del atiborrado transporte, mientras éste
reinicia su marcha con lentitud…
Todas las noches, de casi todos
los días, Pedro, Ana, Giovanni y Jennifer cumplían un ritual que los igualaba:
Apretarse codo a codo junto a una indistinta masa humana sin rostro, de olor
confuso, y compartida incomodidad. Síntesis de promiscuidad. El autobús de la
línea 74, Lima - San Juan, era su común acuerdo, y en las noches, al concluir
las clases los cuatro jóvenes regresaban a casa abordando, probablemente, el
penúltimo vehículo de la ruta, si no era ya el último, en impostergable
regreso… al menos para Pedro y Ana, a quienes sólo quedaba la alternativa del
transporte público, tentando el medio pasaje (que sólo se cobraba hasta las 11
de la noche). A diferencia Jénnifer y Giovanni, que de vez en cuando tomaban
taxi, o los recogía su papá.
(Los días que siguen son un
capítulo en la vida de los cuatro universitarios… de San Marcos a la Católica).
PRIMER DIA:
Ana: “¿Será?... creo que sí… sí,
sí… cuánta gente, mejor me adelanto… Ay estos coj… ¡Oiga no empuje, ya vamos a
subir!... pucha como aprietan…”
Pedro: “¡Ahí está!... ¡Chau
cuñao! ¡Assumadre, ta’ recontra lleno!... ¡Oe, no te olvides de traer mañana el
libro que te presté!... ¡Chaau!... ¡Por favor señores, ¿pueden avanzar?!...”
¡Surquillo, San Juan, Surquillo,
San Juan!... ¡Suben Suben!... ¡¡¡LLEVAAA!!!
Ana: “¿Qué me dijo María?...
¡Ah! Ya me acuerdo, mañana no viene el profesor de Estadística. Qué vago ese tipo…
pero está bueno. Lo malo que es un poco mañoso… se parece a Lucho… ¿Qué será de
Lucho?... creo que se casó el muy idiota…”
Pedro: “Ese pata tiene cara de
choro… mejor me guardo la billetera en otra parte. No vaya a ser que… ¡Permiso
por favor! ¡Perdón! ¡Perdón!... ya está, aquí me quedo… ojalá se baje alguien y
no suba una vieja… estoy más cansado… ajumm…”
¡Surquillo, Miraflores, San
Juan! ¡Surquillo, Miraflooreees!
¡Suben suben! ¡Aguanta que están
subiendo! Guarda con la germa cuñau… ¡¡¡LLEEVAAA!!!
Giovanni: “Ta’madre, cuanta
gente… y cuánto serrano… ¿Cuándo me dará el carro el viejo?... seguro que se ha
llenado en San Marcos… ¿Cuántos terrucos habrá?...
Jennifer: “Qué raro, por qué
estará tan lleno el micro… voy a avanzar un poco más… perdón por favor… ¡perdón!...
Ay que horrible, y como huele… qué cholos tan cochinos…”
¡Bajan! ¡Bajan!...
¡¡¡LLEEVAAA!!!
Ana: “Ese chico ta’ bueno… y me
está mirando… ¡Ufff! Qué tales ojos… mejor me hago la sobrada, no vaya a ser
otro mañoso… ¿Será de la Católica?...”
Pedro: “¡Qué rica hembrita!...
media pituquita… parece medio sobrada… mira a la ventana nomás… qué bonito pelo
tiene… ¡chessu! Cómo no se viene pa’ca…”
¡Avancen al fondo por favor!...
¡señor de amarillo, avance por favor!
Giovanni: “¡Ya, ya compadre!...
carajo, serrano de mierda… ¿Y esa ruca? ¡Esa cara!... cara de pendeja tiene...
voy a sonreírle… ta’ que, se me hizo la sobrada… a ver… no está mal… tiene buen
culo… ¿Qué será de Toti?... me dijo que tenía que ir a la de Lima porqué tenía
clase de recuperación…”
Jennifer: “El sábado hay tono
donde la Puchi… ojala que Miguel pase a recogerme porque creo que el estúpido
de mi hermano se va a llevar el carro… pero con qué ropa voy a ir… ya sé, le
voy a decir a Jéssica y a Moni que me acompañen a Camino Real. He visto un
pantalón de lanilla bellísimo...”
¡Suban de la puerta por favor!
¡La bajada es por delante! ¡¡¡¡¡LLEEVAAAAA!!!!!
SEGUNDO DIA:
Ana: “¡Al fin!... está medio
vacío…”
Pedro: “¡Suben, suben!... ¡Oe
cuñao no te vuelvas a olvidar pee!... ¡Chau!...”
¡LLEVA OE!
Jennifer: “Ay por fin… ¡Nos
vemos Moni, no te olvides, mañana a las tres… le pasas la voz a Jéssica!...
chau…”
Giovanni: “¡Vamos compadre, ahí
viene el carro!... qué raro que te vas en esta línea… ¡Ah! Te vas a la casa de
tu hembrita… oe zambo, creo que tu enamorada es amiga de la mía ¿no?... ¡de
Tóti pues!... mi flaca, ¿te acuerdas?”
¡Los que bajan en Sucre vayan
avanzando! ¡Con sencillo por favor!
Ana: “Ahí está el churro… y su
pata no está mal… son de la Católica… que bien se visten… me gusta su camisa… y
sus ojos… ¡Ay, me está mirando!... mejor no le sonrío más sino va a pensar mal…
creo está medio palteado por su pata…”
Pedro: “Ahí está la chica de la
Católica… qué bonita es… es perfecta… seguro que tiene enamorado… pero no me
mira…”
Ana: “¡Ay!.... Se acerca... ¿y su
pata?... creo que ya se bajó… ¿ahora qué hago?...”
¡Oe chochera sube arriba pe!
¡Avancen por favor los que bajan en Brasil!
Ana: “¿Sí?”
Giovanni: “… ¿No te conozco de
alguna parte?... claro, seguro que tu estudias en San Marcos… ahí te he visto…
¿Cuál es tu nombre?...”
TERCER DIA
Ana: “… Te cuento, ayer conocí
un pata bien churro… es de la Católica… se llama Giovanni… ¡Sí! Y hoy día hemos
quedado en vernos en el micro… ¡Ay! Ahí viene el carro, chau chau… mañana te
cuento…”
Pedro: “…Creo que es el mismo
carro de ayer… ojalá me vuelva a encontrar con la chica de la Católica… mañana
hay un recital de poesía… ojalá nos pasen la voz para tocar con el grupo… por
si acaso voy a traer la quena…”
Giovanni: “… ¿Será?... ¡Hola!...
chesss ¿cómo se llamaba?... qué tal tus clases… qué me dijiste que estudiabas…
ah, contabilidad… y en qué ciclo estás… osea que recién que recién estás
agarrando cursos de facultad… ¿vas a tu casa?... te acompaño…”
Ana: “¡No!... no, no te
preocupes… por qué no vas a mi universidad mañana… claro, a las seis… no tengo
clases importantes… además los profesores están faltando… creo que quieren
hacer huelga, no sé…”
Jennifer: “… Ay esta Jéssica,
mañana la mato… estos tres chicos estaban buenísimos… y nosotras sólo éramos
dos. No importa hemos quedado para el sábado… pero qué le digo a Miguel…”
Pedro: “…Creo que es ella… qué
bonita… ¿Y si me acerco?...”
Jennifer: “… ¿Y este tipo?... ay
qué miedo como me mira… de repente es un ratero… medio sonso parece con esos
lentes… al fin un asiento…”
¡BAJAN BAJAN BAJAN BAJAN! ¡DALE
NOMAS!
Pedro: “Cómo hago para buscarle
conversación…”
Giovanni: “Mañana me llevo a
esta pacha al Estadio de San Marcos, me han dicho que es propicio pa’ un
plancito… ¡Uf! Ojalá que haya apagón…”
Ana: “Qué lindo es… mañana le
cuento a María…”
Jennifer: “Tengo que armar
algunos bastidores para practicar… ojalá que este año me incluyan en la
exposición anual…”
CUARTO DÍA
¡¡¡Surquillo San Juan, Surquillo
San Juan!!!
Pedro: “Para donde vas cuñao…
ah… pero este carro te deja cerca, ¿vamos?... ¡Suben suben!... hola… sí, es una
hembrita que siempre va en el mismo carro que yo… pero ahora seguro que va a
subir un hembrón cuñao… ta’ qué rica es. Creo que me he templao, por mi madre…”
Ana: “…Este chico siempre va en
el mismo carro que yo; creo que va a San Juan… Qué pena que no haya venido
María, para contarle… seguro que se muere… pero qué mandado que es Giovanni…
¿no será un vivo?... ay no, si tiene una carita linda… además no creo que tenga
enamorada, con lo ocupado que está… ¡me ha dicho que me va a enseñar su casa!...
parece de plata… ¿Dónde me dijo que vivía?... en Chama creo… ¡me gusta un
montón!
Jennifer: “Uff, ahí está otra
vez ese cholo… qué querrá… creo que es de San Marcos… me mira con una cara de
enfermo… y su pata, que huachafo… voy a decirle a Miguel que venga un día de
éstos… Ahora que me acuerdo, tengo que comprar cartulina ‘canson’…. mañana
tenemos reunión en la cafeta de artes con el grupo de diseño… no he podido
hacer nada… voy a ver si mando hacer el trabajo… me da flojera agarrar la
computadora… y ese enfermo me sigue mirando…”
Giovanni: “Mejor espero el
próximo carro… me voy a esconder bien para que no me vea la ruca… mucho roche,
todos los días con la pacha esa en el micro… no vaya a subir la Toti o una
amiga de ella y me jodo… además no quiero que se me pegue mucho la cojuda…
mañana o pasao me la agarro… un par de polvos y chau… después no me vaya a
causar problemas… voy a ver si le pido el carro al viejo o me la llevo al
hostal… pero no quiero gastar mucho billete… parquezaso nomás… no, tiene que
ser un buen polvo. Creo que ahí viene el micro… me voy a esconder… ahí está… me
está buscando… Ta’ buena esa hembra que sube, creo que es de artes… Ya se va el
carro... ojalá no me haya visto”
Ana: “No está… me dijo que tenía
una reunión de grupo a las ocho y media… de repente todavía está reunidos…
ojalá mañana venga a la universidad… Quiere llevarme a mi casa… pero yo no
quiero que vea mi casa… ya sé, le voy a pedir que me acompañe a la casa de mi
tía en San Juan, es más bonita... así no se asusta… porque parece que tiene
plata y seguro se va a desilusionar cuando vea que vivo en Pamplona Alta…”
QUINTO DÍA:
Ana: “Giovanni, me gustas un
montón… no te rías, no seas malo... ¿Qué vas a hacer este fin de semana?...
mañana tengo clases… pero, ¿por qué no en la noche?... tengo una pollada con
unos amigos… qué te parece si vamos… no, no puedo faltar mañana en la tarde a la
universidad… pero qué vas a hacer en la noche… bueno está bien… entonces nos
veríamos el lunes… ¡Ahí viene el micro!... ¿tú no vas?... qué, te vas a quedar
en San Marcos… bueno… entonces hasta el lunes… chau… cuídate…”
Giovanni: “…Chau, chau… Al fin
se fue… chau…. Mucho “roche” es andar con ésta en el micro como si fuéramos
enamorados… carajo, creo que se me ha templado… y ahora cómo hago… yo quería
venir a buscarla mañana en la tarde para llevármela al hostal ese que me
recomendó el chino Willy… pero mejor que no haya pasado nada, porque después
llego tarde donde Toti… ojalá que mañana me preste el carro el viejo… desde que
lo choqué con los cojudos de la academia, no quiere saber nada de prestármelo…
¡Ahora que me acuerdo! Tengo que sacar unas copias, voy a aprovechar que estoy
en San Marcos para sacarlas barato… ojalá que esté abierto alguno de esos
huecos… con tal que no haya terrucos… puta qué fea universidad… pero tienen una
buena cancha… cuantas parejas, parecía la playa… y bien oscurito… me faltaron
manos para agarrar a la pacha… a lo mejor el lunes o el martes me la llevo… ¡Esa
no se me escapa!”
Pedro: “…Hola… tú vas para San
Juan ¿no?... ah, en Pamplona… ya… creo que te llamas Ana ¿no?… yo me llamo
Pedro… mucho gusto… ya, nos vemos.
Voy a acomodarme cerca de la
puerta porque creo que va a subir la hembrita de la Católica… voy a ver cómo le
busco conversación… qué le digo… ¿Te conozco de alguna parte?... no... Hola,
cómo te llamas... no, tampoco… señorita, disculpe, ¿tiene hora?... no, qué
cojudo… señorita, desearía conocerla un poco… no, no… carajo, cómo le hablo…
¿Tú no eres María?... no…”
Jennifer: “¿Cómo se llamaba?...
ah, Arturo… idiota, recontra sobrado… ‘mi papá es dueño de una galería de
arte’… ¡idiota! como si yo me voy a acostar con un tarado sólo por una ridícula
exposición… me hubiera gustado decirle que mi papá es dueño de una hacienda
ganadera y que tenemos casa en Miami… estúpido, qué se ha creído… y Miguel es
otro idiota, se la pasa con besos y manoseos… no es como Ricardo, él sí que sabe
hacer las cosas… ¡qué noche!... ay, otra vez está ese cholo estúpido…
pobrecito, creo que le gusto… pero es horrible, y se viste bien pacharaco… Jajaja,
se parece al serrano ese de Derecho, recontra atorrante… y con sus lentes de
John Lennon… pero éste debe ser más misio… mejor no lo miro más… no vaya a
creer otra cosa. Mañana le digo al idiota de Miguel que venga a recogerme….
Felizmente falta poco para llegar a Miraflores… ya estoy harta de esta
situación… ¡carajo! cuándo mejorarán los negocios del viejo…”
SEXTO Y ULTIMO DÍA:
Pedro: “Hoy la voy a a conocer
cuñao, vas a ver… esa hembrita es mi ilusión… y dentro de poco te la voy a
presentar… creo que es de artes… tiene unos ojos hermosos… ayer me mandó una
mirada y después se sonrió… creo que le agrado un poco… ya sé lo que le voy a
decir… ayer me enteré de su nombre por un pata que subió al micro ya la llamó…
¡Ahí viene el micro! ¡Chau cuñao, después te cuento!... Ta que se ríe, ya vas a
ver.”
Jennifer: “¡Pucha! Otra vez
lleno…. Ya estoy harta…. Creo que le voy a decir a mi viejo que me venga a
recoger más seguido… ¡permiso por favor!... ay, el cholo enfermo me está
mirando…”
¡¡¡LLEVAAAA!!!
Jénnifer: “… ¿si?... me llamo
Jennifer, ¿por qué ah?.... qué, ahhh…. Perdón, voy a avanzar… hasta luego.
Ojalá que me vuelva a hablar…. Pero que tal estúpido… qué se habrá creído”
Ana: “… que bueno, un asiento….
Dónde estará mi amorcito…. No lo veo por ningún lado…. qué pena que no esté
aquí… bueno, no me aseguró nada… voy a ver si duermo un poco… yo creo que esta
noche me quedo en mi casa… no pienso sal… ¿qué?... ¿ese no es Giovanni?....
pero…. está con una chica…. ¡Giova…! ¿qué hace abrazándola?…no, ¿qué?... eres un desgraciado Giova….”
Pedro: “… disculpa Jénnifer, no
te dije mi nombre, me llamo Pedro y… “
Jennifer: “Perdone señor, yo no
lo conozco ni me interesa su nombre, así que me disculpa… y por favor, no me
moleste más.”
Pedro: “… Bueno… yo… disculpe
señorita.”
Giovanni: “… Ven mi amor, vamos
a buscar un sitio…. ¡Chucha, la ruca!... ¿ahora qué hago?... voy a besar a
Toti, a ver si se da cuenta y ya no me jode más….”
Ana: “…pero…. ¿por qué me hace
esto?... yo pensé que…”
Giovanni: “… ¿me quieres?.... yo
también mi Toti…. oye, me acabo de dar cuenta que me he olvidado algo…. ¡bajan,
bajan!.... ven, vamos… ¡bajan! ”
Pedro: “…¡Mierda!…. mejor me
bajo… ¡bajan!”
Ana: “ …Giovanni, eres un
maldito…. ¡te odio!.... ¡te odio!...”
Jennifer: “… pobre cholito… no
sé…. creo que voy a terminar con Miguel… Ricardo me ha ofrecido llevarme a
Miami…. pero por qué no querrá mostrarme dónde vive….”
¡Surquillo, San Juan, Surquillo,
San Juan!.... ¡¡LLEEVAAA!!
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