miércoles, 6 de julio de 2016

ENCUENTROS: SEIS*


El hombre, ya hombre, pero menos humano aún, deambula en bandas por las quebradas cálidas de las sierra andina, persiguiendo frutos de estación y carne huidiza. De cuando en cuando coge insectos a la mano y hurga las aguas por peces y moluscos.

Pero el hombre aún no se ha encontrado con su palabra, aún no sabe rezar, y por ello seguramente es libre.

Y una mañana, se cruzan sonidos en el aire, brotan sonidos del agua, corren sonidos por la pampa altoandina y por los ríos raudos que bajan murmurando la buena nueva al oceano oscuro y frío. Y el hombre descubre que cada cosa tiene un sonido en la tierra, aún la roca cuando esta quieta tiene un sonido de avalancha en reposo, y cada roca unida a cada roca, tienen un aura de bulliciosa quietud.

Así, de pronto en medio de la nada surge una palabra, y el hombre se encuentra con el hombre; y surge otra palabra, y el lenguaje se apropia del hombre y el hombre se apropia de la vida. 


Y de pronto el encuentro se hace posible por la palabra, porque no somos nada de lo que somos sin ella.

El lenguaje nos ha creado y nosotros hemos recreado la vida.





* del libro: ENCUENTROS



martes, 5 de julio de 2016

ENCUENTROS: CINCO*


En la esquina, paradero de la esquina de Benavides con Alcanfores, calle con calle, día con noche: el atardecer; ella espera al hombre que no llegará, él espera que se canse ella y después de cruzar miradas furtivas le acerca sus palabras envolventes.

Él le pedirá venir otro día, al mismo lugar y a la misma hora, y ella le dirá que sí sonriendo desdeñosamente y marchándose con una sonrisa que alivia la frustración.

Otro día, en la esquina, paradero de Benavides con Alcanfores, calle con calle, un poco después de acabado el atardecer, él espera impaciente a la mujer que le dijo que venía, pero que nunca llegará.

Una prostituta, más allá, sacará provecho de este desencuentro en medio de tan cíclica frustración. 





* Del libro de cuentos ENCUENTROS